
Nacido para bordear tú nombre.
Observarte desde abajo...
Empujas las azas de mi corazón
con bocas en mentol.
Sigue esperando
a la luz del día que nunca vendrá
aunque solo quedarás... la luz de día
siguiente, nunca te dejará.
Cruzaste la línea del fuego,
Sigues allí abajo...
Desgarrándote la piel, y la veras llegar
esperarás ese día que bajo tu piel arderá.
Empujaste tu ser al franco, viste tantas mentiras
que tornaron tus ojos negros, en la espera del día
que nunca vendrá. Regresará la oscuridad a sus días
en aquella colina donde tus anhelos yacen muertos.
Nunca me recuerdes en la oscuridad, pues así
es como me recuerdas. La longevidad de mi sangre
entorpece la tierra obsoleta del camino hacia mi
mano. Aquí voy, salto dentro de lo incógnito...
en un sueño que espera por mí, vendré a valer
por los sufrimientos estancados, mientras me entierras
y enseñas la veracidad del tiempo en que desaparezca.
Esas cosas que puedo hacer por mí... y estoy justo aquí
y paso por paso, transito en la luz del sol
que un día dejó en el camino...
Una tarde de septiembre.
Inspirado por Karím
1 comentario:
Oww....Hermoso!:.hermosoo como todos!..amo tu intensidad y la manera de escribir poemas...Te Amooo..Y gracias por todo si?...Muah!...Te amo Ositoo!!
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